¿Cuál es la mejor tecnología para la fabricación de piezas metálicas, MIM o microfusión?
Frente a la microfusión, que representa uno de los procesos de moldeo de metales más antiguos que se aplican, el Metal Injection Moulding o MIM es una tecnología relativamente nueva. La tecnología de MIM se empezó a conocer en los años 80 – sin embargo, aun en los años 90, muchas impresas que trabajaban en la fabricación de piezas metálica aún seguían usando la microfusión. Sobre todo, en los años 80, todavía existían dudas sobre la integridad metálica de las piezas fabricadas por MIM, que se aplicaba fundamentalmente en la fabricación de plásticos. Hasta hoy en día, la microfusión se considera como la tecnología de precisión principal, y el MIM como una tecnología complementaria que se usa principalmente para la fabricación de piezas pequeñas.
Similitudes y diferencias entre microfusión y MIM
Similitudes: Ambas tecnologías se aplican para fabricar piezas de tamaño reducido que se destacan por una estructura o un diseño más complejos y por ello no se puede utilizar tecnologías tradicionales industriales como el forjado. Incluso puede haber piezas que necesitan de ambas tecnologías, microfusión y MIM, para fabricarse correctamente.
Diferencias: Una de las principales diferencias entre la microfusión y MIM son los materiales a los que se pueden aplicar. En general, el proceso de la microfusión permite una variedad de materiales más grande, ya que el proceso de MIM solo se puede realizar con aleatorias de una temperatura de fundición más alta. Materiales como el aluminio, por ejemplo, no se trabajan de forma eficiente con MIM.
¿Cuándo usar cada tecnología, Microfusión o MIM?
Además de los materiales que se quieran trabajar, la decisión entre la microfusión y el MIM depende de otros factores básicos:
- El tamaño de la pieza, la complejidad de la estructura y las tolerancias que permite, así como el número de piezas que se quieren fabricar. La pieza ideal para el proceso MIM tiene una longitud de menos de 100 mm y se produce en lotes de más de 5000 piezas. En general, podemos decir que la mayoría de las piezas con un peso de final de menos de 15 gramos (dependiendo del material) se producen con MIM, ya que esa tecnología permite estructuras más finas y tiene una mayor eficiencia en el uso de materiales y de energía. Sin embargo, aún existen diseñadores que, incluso para piezas más pequeñas, confían más en la microfusión, ya que se sigue considerando como la tecnología más robusta.
- Tradicionalmente, aspectos como el peso de las piezas, en Ecrimesa Group, el 90 por ciento de las piezas que pesan más de 100 gramos las fabricamos con microfusión, ya que, con ese tamaño, el coste del polvo fino que se usa en el proceso de MIM resulta demasiado alto, así como la energía necesaria para producirlas. Sin embargo, debido a la experiencia acumulada con MIM y la calidad de los materiales que se usan, en los últimos años se fabrican cada vez más referencias de un peso mayor de 100 gramos. También ha mejorado la oferta de herramientas que se necesitan para MIM (por ejemplo, las máquinas de inyección), lo cual permite la aplicación de la tecnología en más casos. En cualquier caso, mediante microfusión, se pueden fabricar piezas con un peso hasta 25 kg, mientras que, con MIM, el peso máximo de la pieza final es 250 gramos.
- Existen criterios adicionales como el tiempo de desarrollo, por último, algunos criterios adicionales para poder decidir entre microfusión y MIM. En general, se puede decir que el proceso de desarrollo y producción de nuevas piezas es más corto con MIM, ya que no hay la obligación de fabricar varios moldes y prototipos antes de empezar con la producción, cosa que puede ser necesaria trabajando con microfusión. Además, el diseño de la pieza final con el que se inicia al proceso de MIM es más cercano a la pieza final, y se ahorran procesos de mecanizado – normalmente, las piezas fabricadas con MIM tienen una calidad muy alta de la superficie y del finish.
El Grupo Ecrimesa y las tecnologías MIM y Microfusión
En Ecrimesa Group disponemos de instalaciones tanto para la microfusión como para MIM, y contamos también con una oficina de diseño, donde se pueden simular los procesos de fabricación y se ofrece asesoramiento técnico sobre qué tecnología elegir para fabricar una pieza específica. También aprovechamos las sinergias entre ambas tecnologías. Al haber internalizado casi todos los procesos de mecanizado, podemos acompañar y apoyar al cliente en todos los pasos de la fabricación, desde la idea y el diseño hasta los últimos pasos del acabado final, incluyendo, por supuesto, la elección entre las tecnologías que se pueden aplicar.
Conoce más sobre nuestras tecnologías e instalaciones: